Cada veinte o treinta años
millonarios y banqueros,
cuando a los muertos se olvidan
y se olvidan los recuerdo,
empiezan hablar de crisis
y hay inflación de dinero
y carestía de la vida
y hay excedente de obreros.
El fantasma de otra guerra
vuelve amenazar de nuevo.
Y los buitres belicosos
consorcios del armamento,
disputan a dentelladas
futuro botín sangriento.
¡Ay! Tristes campos de Europa
ya saturados de muertos,
otra vez viene la guerra
con su fúnebre cortejo
y lo que hoy son trigales
serán pronto cementerios.
Ya buscarán una excusa
como lo fue Sarajevo
para llevar a la muerte
a los excedentes de obreros,
que igual que atajo de ovejas
les llevan al matadero.
Así está ahora el ambiente,
está el capital enfermo
y necesita la sangre
de unos millones de obrero.
Segunda Guerra Mundial…
decena de millones de muerto;
Veinte de la Unión Soviética
contra el fascismo murieron,
en defensa de la paz
y la libertad de los pueblos.
Entonces fue el comunismo
la causa del enfrentamiento
y armaron a la “peste parda”
con depravados deseos.
¿Ahora qué motivo es el que
les lleva por los mismos derroteros
¡Los Yankis! ¡La libertad!
¡El Papa! Con sus dioses y sus rezos.
¡El capital! ¡Sus millones!
Y así la cloaca en movimiento,
cada cual interpretando
su vil engaño a los pueblos,
pero esta vez topan con átomos;
no hay otra opción, todos muertos.
Se acabaron las suizas,
refugio de tanto cuervo
que allí buscaban la paz
mientras morían los pueblos
en los campos de batalla
de los frentes europeos.
Ahora ya no habrá refugios
ni para malos ni buenos,
que el átomo no respeta
culturas ni privilegios.
Se acabaron las mentiras
y ese castigo tremendo, del que hablan los beatos,
llegará sin más remedio,
pero vendrá para todos…
Desde el Papa,
al cabrero del pueblo,
desde el Rey,
al barrendero de las calles,
desde la prostituta,
a las señoras enjoyadas
de los altos estamentos…
Y morirá el mendigo
expirando en su indigencia
y el que juega en la ruleta
lo que roba a los obreros…
Y el general hablando de patriotismo
y el clérigo en el altar del templo.
Como en Sodoma y Gomorra
no habrá recomendaciones
ni para nada servirá el dinero.
Ni plebeyos, ni patricios…
Para todos cementerio y
habrá triunfado la muerte.
¡Que el átomo no conoce
culturas ni privilegios!
P.GALLEGO
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