miércoles, 12 de enero de 2011

ESPINAS SIN ROSAS









 ESPINAS SIN ROSAS
                                       
Quise cortar una rosa
y sus espinas me hirieron   
apenas noté dolor,
solo percibí el olor
que sus hojas desprendieron 

El dolor llegó más tarde
cuado vi ya marchitada
a la rosa en un jarrón,
sin fragancia ni esplendor,
seca mustia y marchitada.

Tarde fue que comprendí
que la rosa habría vivido
entre espinas más dichosa,
su desgracia fue ser rosa
y tan bella haber nacido

La belleza por desdicha
no sabemos conservarla,
que está plagada la vida
de rosales con espinas
y sin rosas marchitadas.

                        P.GALLEGO

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