LEY ANTI TABACO

Cuesta creer que en pleno siglo XXI, la Ley anti tabaco no quieran asumirla los fumadores como Ley cívica y de buena convivencia con la sociedad en general. Si digo esto es porque, además de ser perjudicial para la salud, tanto para el fumador activo como para el pasivo, es bastante molesto estar aguantando los humos y olores que genera un desconocido que se tenga próximo y al cual no coces de nada, pero que te estas acordando de toda su familia. Cada uno puede tener los hábitos y vicios que quiera y se pueda permitir, pero sin molestar al prójimo y, sobre todo respetando si quiere ser respetado. Comprendo a los fumadores de que se sientan perseguidos por ésta Ley porque yo también fui fumador durante 45 años y, me fastidiaba no poder fumar en ciertos sitios, aun sin que estuviera prohibido, pero siempre apliqué el sentido común preguntando si se permitía fumar si era un espacio cerrado e incluso en espacios abiertos si se trataba de convivir con gente que no tuviera confianza. No estoy inventando nada nuevo ni quiero dar lecciones de comportamiento a ningún fumador, pero como dige antes, solo hay que aplicar sentido común y pensar que lo mismo que deseas respeto y atención para ti, has de exigirte el mismo deber para con los demás. Lo que ocurre es que ahora ésta Ley acaba de entrar en vigor y parece la moda del año que acaba de empezar, pero espero y confió en que pase lo que pasó con otras leyes que no fueron en su día bien recibidas por todos y hoy se tienen asumidas y aceptadas. ¿Que se me puede decir que la Ley anti tabaco es una ley hipócrita?  Seguro que si, como la Ley vial, pongo por caso, que limita a 120 K/h. velocidad máxima y sanciona el exceso, pero autoriza que se vendan vehículos que corran a más de 300 K/h. Está claro que de los tres concepto principales que debería considerar el legislador para elabora las leyes, cuales son-social, político y económico-siempre da prioridad a los dos últimos, eso si, utilizando el primero como causa, o sea para el "bien general" de los ciudadanos.