LA NAVIDAD QUE YO SUEÑO
Ahora que a Jesús se espera
en humilde establo viejo.
Que a los magos desde lejos
niños en sueños veneran.
Quiero levantar mi voz
y en ella mis pensamientos.
Que si es vacía de talento
rebosa de corazón.
Y decir a la sazón
Sueño yo una Navidad,
en la que no haya miseria.
En la que no existan guerras,
sufrimientos ni rencores.
En la que toquen tambores
himnos de paz duradera.
Que haya una sola bandera
para toda la humanidad.
Que sea la felicidad
perenne, como hoja de pino.
Que sea el mismo camino
para ateos y cristianos.
Que seamos todos hermanos,
en la dicha y el dolor.
Que a nadie le falte amor
aunque rechace cariño.
Que calle el llanto del niño
con el pecho de su madre.
Que sea el sudor de su padre
motivo de su hermosura.
Que sean las mentes puras
quienes den sabios consejos.
Que se tenga como espejo
la razón y la cordura.
Que la más bella hermosura
no sea el brillo del oro.
Que los gemidos y lloros
de los pueblos, sean risas.
Que los mares con su brisa,
la hoguera del mal apaguen.
Que con templanza se paguen
malos modos y blasfemias.
Que en la noche navideña
las armas se tornen mudas.
Que se imponga la mesura
en tanta riña y conflicto.
Que el sacrificio de Cristo
se tenga siempre presente.
Que seamos penitentes
de nuestros propios errores.
Que a los cardos y las flores
el sol reparta su luz.
Que no se arroje la cruz
que acompaña al sacrificio.
Que las pasiones y vicios
sean sueños, no recuerdos...
Y en fin.
Si acaso sueño despierto
mi perfecta Navidad,
nos demos todos las manos
y de estos sueños hagamos
una hermosa realidad.
P.GALLEGO.
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